Endocrinologia Diabetes del Adulto

Definición

La diabetes es una enfermedad metabólica en la cual la cantidad de glucosa (azúcar) en la sangre está por encima de lo normal. En la Comunidad de Madrid padecen diabetes entre un 6 y un 10 % de la población general, y aproximadamente una de cada cuatro personas si son mayores de 70 años.

Todos los alimentos que tomamos se desdoblan en sus componentes básicos mediante la digestión. Uno de ellos es la glucosa, que es transportada por la sangre a todas las células del cuerpo para producir la energía necesaria para el buen funcionamiento del organismo.

La insulina es una hormona que se produce en el páncreas, y es la que facilita el paso de los azucares desde la sangre a las células. En la diabetes, la insulina no funciona bien (el páncreas no la fabrica, o la que fabrica no realiza su función adecuadamente), por lo cual se eleva el nivel de glucosa en la sangre. Si este exceso de glucosa se mantiene durante mucho tiempo, acaba lesionando los vasos sanguíneos, y como consecuencia otras partes del cuerpo, especialmente los ojos, el corazón, los riñones, el sistema nervioso y los pies.

Hay dos tipos de diabetes, la tipo 1 (que se produce como consecuencia de la destrucción de las células que producen la insulina, aparece sobre todo en jóvenes) y la tipo 2 (también llamada diabetes del adulto, aunque es cada vez más frecuente en edades más jóvenes y que se debe a la dificultad para la utilización de la insulina).

¿Cuales son los síntomas de la diabetes?

 

Al principio de la enfermedad muchas personas no presentan signos ni síntomas, o estos son tan leves que a veces ni se notan.
Los síntomas de alerta son: aumento del apetito, de la sed, presencia de fatiga/cansancio y aumento de la eliminación de orina especialmente por la noche.

¿Cómo se diagnostica la diabetes?

La diabetes se diagnostica con un análisis de sangre para medir la cantidad de glucosa en ella.

Consecuencias de la diabetes

En la Comunidad de Madrid, al igual que en el resto de España, la primera causa de muerte es el grupo de las enfermedades cardiovasculares. Las personas con diabetes tienen más riesgo que el resto de la población de padecer este tipo de enfermedades, y cuando aparecen son de mayor gravedad y peor evolución.

Muchos de los factores de riesgo cardiovascular pueden modificarse: el tabaquismo, el sobrepeso, la obesidad abdominal, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y el sedentarismo. La prevención de estos factores de riesgo, la mayoría comunes a la diabetes, contribuiría tanto a la prevención de la diabetes, como a la disminución de las enfermedades cardiovasculares.

¿Tengo algún riesgo de padecer diabetes?

Existen personas con un riesgo mayor de presentar la enfermedad, las cuales han sido definidas por los expertos como " DE ALTO RIESGO". Son personas que, identificadas a tiempo, pueden realizar una serie cambios en su estilo de vida, que pueden prevenir completamente la enfermedad o retrasar su aparición.

Hay factores de riesgo para desarrollar la diabetes tipo 2 que no son modificables, como la edad, la historia familiar, haber presentado diabetes durante el embarazo o la raza; sin embargo, algunos hábitos de vida, que pueden elevar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, tales como el sedentarismo, ciertos hábitos alimenticios, el sobrepeso o la obesidad abdominal, si se pueden modificar.

Recomendaciones para una vida saludable

1. Cuide su alimentación

Coma de todo con moderación y evite el sobrepeso:

Procure realizar una alimentación variada a lo largo del día.

Es importante desayunar todos los días. Un desayuno completo debería contener fruta, cereales y lácteos.

Conviene repartir lo que come en 4 – 5 comidas a lo largo del día.

La ingesta de líquidos debe ser aproximadamente de 1,5 a 2 litros

Modere el consumo de alcohol, no alimenta y además engorda.

Recuerde que es conveniente el consumo de pescados, legumbres, huevos y carnes magras.

Procure tomar con moderación los fritos, rebozados y alimentos grasos.

Consuma frutas y verduras. Es aconsejable la toma de 5 raciones al día de estos alimentos, que contienen fibra y diversas sustancias antioxidantes.

Modere el consumo de grasas animales, dulces, bollería, bebidas azucaradas y sal.

Procure no “picar” entre horas. Tenga a mano frutas y hortalizas para cuando tenga hambre.

Recupere la dieta mediterránea. Coma despacio y disfrute mientras lo hace.

2. Practique ejercicio físico

Junto con la alimentación inadecuada, el otro factor importante que predispone a padecer diabetes es llevar una vida sedentaria. El ejercicio físico practicado regularmente es muy beneficioso:

  • Disminuye el riesgo de padecer diabetes, ya que mejora la función de la insulina y la utilización de la glucosa, por lo que mejora sus cifras en sangre.
  • Mejora las cifras de colesterol y triglicéridos en sangre.
  • Contribuye a reducir el peso.
  • Disminuye la grasa corporal y aumenta la masa muscular.
  • Mejora el control de la tensión arterial.
  • Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
  • Mejora la depresión, la ansiedad y el estrés.
  • Ayuda al abandono del tabaquismo.


Es recomendable:

Practicar actividades o deportes que le gusten.

Empezar con una actividad física fácil y poco a poco, adaptada a la edad y capacidad física e ir incrementándola progresivamente.

Practicar una actividad física frecuente y regular. Mínimo 30 minutos/día, 4 o 5 días a la semana.

Realizar ejercicio aeróbico, como caminar (a ritmo ligero y constante), nadar, montar en bici y bailar.

Evitar el ejercicio físico extenuante/intenso.

Aprovechar las actividades cotidianas para hacer ejercicio:

Utilice escaleras en vez del ascensor

Bájese del autobús unas paradas antes

Evite coger el coche o apárquelo en un lugar más lejano

3. Si fuma, deje de fumar.

El tabaco es una droga con una enorme capacidad adictiva que provoca dependencia física y su consumo es responsable de los principales problemas

cardiovasculares y muchos tumores.

Tenga en cuenta que dejar de fumar:

  • Es posible.
  • Cualquier edad es buena para abandonar el tabaco, y cuanto antes mejor.
  • Siempre le aportará beneficios.
  • Puede recibir ayuda si la solicita. Existen tratamientos de probada eficacia y que le ayudarán a dejar de fumar.


Hay muchas razones para dejar de fumar

Aumenta la esperanza y la calidad de vida.

Disminuye el riesgo de padecer cáncer de pulmón, de laringe, de páncreas, de vejiga, de riñón, de cuello de útero, de esófago y de la cavidad bucal, etc.

Disminuye el riesgo de presentar enfermedades pulmonares crónicas.

Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Aumenta la capacidad para hacer ejercicio físico.

Mejorará el aspecto de su piel y dientes.

Mejora la salud en general.